miércoles, 6 de enero de 2016

Cultura Olmeca

Grandes esculturas de piedra, magníficas tallas en piedra verde y madera, vasijas con decoración simbólica, figurillas de barro, en un universo pleno de presentaciones humanas, animales y míticas, forman parte de la rica herencia material legada por una cultura que, dada su antigüedad y complejidad es para muchos la fundadora del extraordinario auge cultural de los pueblos mesoamericanos en la época prehispánica. Hace más de 3 mil años los miembros de esta sociedad, ahora llamados olmecas —término que hace referencia a su gente, su cultura—, sintetizaron por vez primera las tendencias que se habían venido desarrollando por cien- tos y aun miles de años entre los pueblos de la región. Es por eso que "los habitantes de la tierra del hule" —lo que significa olmeca en náhuatl— han sido considerados la primera civilización y, por tanto, la cultura madre de Mesoamérica. Ambos calificativos resultan justos para un pueblo capaz de trascender las fronteras de su entorno originario, cualquiera que éste haya sido, e infundir su vigor al resto del territorio del México Antiguo. Ahora, los constantes descubrimientos de elementos culturales de filiación olmeca que por todo ese ámbito realizan los arqueólogos, demuestran que nos encontramos no sólo ante la cultura más antigua sino ante la primera que puede considerarse, en sentido amplio, mesoamericana.

DE DÓNDE SON LOS OLMECAS

El territorio ocupado por los olmecas abarca desde las montañas de los Tuxtlas, por el occidente, hasta la depresión de La Chontalpa, al oriente, y es una región con notables variaciones geológicas y ecológicas. Se han encontrado en este territorio más de 170 monumentos olmecas; 80% se encuentran en los tres grandes centros de esa cultura: La Venta, Tabasco (38%); San Lorenzo Tenochtitlan (30%) y Laguna de los Cerros, Veracruz (12%). Estos tres grandes centros olmecas se distribuyen de oriente a occidente, de tal manera que cada uno de ellos explotó, controló y aprovisionó la economía global olmeca de una serie de valiosos recursos naturales.



Las cabezas colosales olmecas son enormes esculturas monolíticas elaboradas en roca volcánica; constituyen uno de los vestigios arqueológicos más notables pero menos comunes de la cultura olmeca. Su significado intrínseco es el punto de partida para un haz de interpretaciones sobre el desarrollo cultural en Mesoamérica durante el periodo Preclásico Inferior y Medio, de 1500 a 400 a.C. Para nosotros, estos monumentos —y sus contextos— ilustran la institucionalización del rango político y su legitimación entre los olmecas.
El reciente descubrimiento de la décima cabeza colosal en el sitio de San Lorenzo llama de nuevo nuestra atención hacia la civilización olmeca, la más antigua de Mesoamérica, cuya sede se ubica en la región que abarca el sur de Veracruz y parte de Tabasco. En esta área se han localizado 17 cabezas colosales.

 





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